Firenze, 25 ottobre 2021 – Ricordando che il 25 ottobre 1938 si suicidava a Mar del Plata la poetessa argentina Alfonsina Storni.
Tu mi vuoi bianca
Tu mi vuoi alba,
Mi vuoi di spuma,
Mi vuoi di madreperla,
Che sia giglio,
Fra tutte, casta
Di profumo tenue,
Corolla richiusa.
 
Né un raggio di luna,
Mi abbia trafitto
Né una margherita
Si dica mia sorella.
Tu mi vuoi nivea,
Tu mi vuoi bianca,
Tu mi vuoi alba.
 
Tu che tenesti tutti
I calici in mano,
Di frutta e miele,
Le labbra violacee.
Tu che nel banchetto
Coperto di pampini
Lasciasti che le carni
Festeggiassero Bacco,
Tu che nei giardini
Neri dell’inganno
Vestito di rosso
Corresti verso la distruzione.
 
Tu che conservi
Lo scheletro intatto
Ancora non so
Per quale miracolo,
Mi pretendi bianca
(Dio ti perdoni),
Mi pretendi casta
(Dio ti perdoni),
Mi pretendi alba !
 
Rifugiati nei boschi,
Vai alla montagna;
Pulisciti la bocca;
Vivi nelle capanne;
Tocca con le mani
La terra umida;
Sostenta il corpo
Con radice amara;
Bevi dalle rocce;
Dormi sulla brina;
Rinnova i tessuti
Con acqua e salnitro;
 
Parla con gli uccelli
Ed alzati all’alba
E quando le membra
Ti siano tornate pure
E quando avrai posto
In esse l’anima
Che tra le alcove
È rimasta impigliata,
Allora, buon uomo,
Pretendimi bianca,
Pretendimi nivea,
Pretendimi casta.
Tú me quieres alba
Tú me quieres alba,
Me quieres de espumas,
Me quieres de nácar.
Que sea azucena
Sobre todas, casta.
De perfume tenue.
Corola cerrada.
Ni un rayo de luna
Filtrado me haya.
Ni una margarita
Se diga mi hermana.
Tú me quieres nívea,
Tú me quieres blanca,
Tú me quieres alba.
Tú que hubiste todas
Las copas a mano,
De frutos y mieles
Los labios morados.
Tú que en el banquete
Cubierto de pámpanos
Dejaste las carnes
Festejando a Baco.
Tú que en los jardines
Negros del Engaño
Vestido de rojo
Corriste al Estrago.
Tú que el esqueleto
Conservas intacto
No sé todavía
Por cuáles milagros,
Me pretendes blanca
(Dios te lo perdone),
Me pretendes casta
(Dios te lo perdone),
¡Me pretendes alba!
Huye hacia los bosques,
Vete a la montaña;
Límpiate la boca;
Vive en las cabañas;
Toca con las manos
La tierra mojada;
Alimenta el cuerpo
Con raíz amarga;
Bebe de las rocas;
Duerme sobre escarcha;
Renueva tejidos
Con salitre y agua;
Habla con los pájaros
Y lévate al alba.
Y cuando las carnes
Te sean tornadas,
Y cuando hayas puesto
En ellas el alma
Que por las alcobas
Se quedó enredada,
Entonces, buen hombre,
Preténdeme blanca,
Preténdeme nívea,
Preténdeme casta.